
La vedette de estas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, fue una máquina, produjo un cambio muy importante a la hora de garantizar la transparencia. Otro suceso que sigue vigente es el voto en blanco un 5% que podía haber cambiado la elección. Otra manifestación que en que no repararon ninguno de los candidatos. El descreimiento que tiene nuestra sociedad frente a las instituciones políticas que sean capaces de generar los cambios necesarios para que los vecinos puedan vivir mejor. Para los que tenemos cincuenta o más, los comicios debieran ser una festividad. Casi una fiesta religiosa donde las familias se reúnen a celebrar y nada puede posponer o cambiar ese festejo. Fuentes consultadas por este portal, nos manifestaban esta sensible baja. Vacaciones de invierno, fastidio por hacer este nuevo trámite. Usaron esa palabra, trámite. Tener que ir nuevamente a votar es algo molesto e incómodo porque me quita de las actividades programadas para un fin de semana. No hay casualidades Entonces no es fortuito aquello que vivimos en nuestra sociedad. Nuestra falta de compromiso con nosotros mismos es lo que nos lleva a vivir en el caos y la improvisación. Es interesante poder observar en perspectiva lo poco que hacemos para tener ordenada nuestra casa y lo mucho que reclamamos a las autoridades. Como corolario final de este artículo, el último dato publicado por otros portales, desde hace más de 15 años que no se sanciona no cumplir con los deberes ciudadanos. Pensaba que lo único que nos falta para obligarnos a cumplir con los deberes democráticos, que tengan que cambiar las penas y aumentar las sanciones para cumplir con esta institución sagrada en algunos países y para aquellos que vivimos años sin tenerla debiera ser un festejo.